Educación Física (RCP)
Primeros Auxilios
RCP (Reanimación Cardio
Pulmonar)
No
te acerques si la escena no es segura (riesgo de intoxicación por gases
tóxicos, electrocución, incendio, explosión, etc.)
Esperá
que llegue el servicio de emergencias.
Pasos a seguir
1
Evaluá el estado de conciencia de la víctima.
Movela suavemente de los hombros y
preguntale en voz alta ¿Me escuchás? ¿Te sentís bien?
Si no responde, no respira, jadea o
respira con dificultad, continuá con los siguientes pasos.
2
Llamá al número de emergencias o pedí a otra
persona que lo haga.
107
911
Averiguá
cuál es el número de emergencias médicas de tu localidad y tenelo siempre a
mano.
3
Iniciá la maniobra de reanimación cardiopulmonar (RCP)
1.
Comprimí hacia abajo el torax de la
persona hasta hundirlo entre 5 a 6 cm.
2.
Mantené siempre los brazos
extendidos.
3.
Apoyá el talón de una mano en el
centro inferior del esternón. Colocá el talón de la otra mano sobre la primera
y entrelaza tus dedos.
4. Zona donde se deben realizar las compresiones.
Realizá 30 compresiones ininterrumpidas.
Repetí
5 ciclos.
Tenés
que hacer entre 100 y 120 compresiones por minuto.
Evaluá
a la víctima y, si no hay recuperación, continuá con las compresiones.
4
Reevaluá el estado de la persona
Si no recupera la conciencia continuá
con las compresiones hasta que llegue el equipo de emergencias.
Si la persona recupera la conciencia,
colocala de costado o posición de recuperación (lateral) hasta que llegue el equipo de emergencias.
Esta posición deja libre las vías
respiratorias y evita una posible aspiración de vómito por parte de la víctima.
Uso
del Desfibrilador Externo Automático (DEA)
Si
contás con este equipo encendelo y seguí sus instrucciones.
Cómo hacer las compresiones
correctamente
- Arrodíllate al costado del tórax de la víctima (cualquier lado) y
colocá el talón de una de tus manos sobre el centro del tórax, en el
esternón.
- Poné tu otra mano encima de la anterior, asegurándote de no tocar
las costillas de la víctima con tus dedos (mantenelos levantados y
entrecruzados). Sólo el talón de la mano inferior apoya sobre el esternón.
- Hacé avanzar tus hombros de manera que queden directamente encima
del esternón de la víctima. Mantené tus brazos rectos y usá el peso de tu
cuerpo para transmitir la presión sobre tus manos. El esternón de la
persona atendida debe descender al menos 5 cm.
- A continuación, liberá por completo la compresión sobre el esternón
sin retirar las manos para permitir que el tórax vuelva a su posición de
reposo y el corazón se llene con sangre.
Entre las compresiones, mantené el entrecruzamiento
de las manos sin retirarlas del esternón. Las fases de compresión y relajación
deben tener igual duración.
La actividad de esta semana es la lectura sobre la información brindad,
y tomar conciencia de la importancia de conocer sobre estos métodos que desde
ya necesitan de capacitación no solo teórica sino también práctica, existen
diferentes instituciones encargadas de hacerlo como por ejemplo la Cruz Roja
Argentina.
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